Muchos entran en pánico cuando tienen niños porque creen que se les termina el tiempo de los viajes. ¡Todo lo contrario! Viajar con tus hijos es una experiencia hermosa y los recuerdos de los viajes en familia son la herencia más preciada que les podes dejar. Cuando se acostumbran a viajar los bajitos son los que más disfrutan y aprenden que hay un mundo por conocer, personas diferentes e interesantes, experiencias reales, hoy tan necesarias para mostrarles que la verdadera vida es lo que ocurre fuera de las pantallas.
Por supuesto que los viajes tienen que ser a su medida, a sus tiempos y siempre tienen que dejarles espacio para jugar, eso que ellos necesitan como el aire.
Fuente: A Volar Blog